MARVEL MX

Desde la antigüedad, las personas más poderosas de Japón han ganado poder, beneficios económicos o favores a través de las peleas Kengan. Estas peleas “clandestinas” consisten en un combate uno a uno sin armas, donde cada una de las personas más influyentes y poderosas de Japón mandan al campo de batalla a su mejor peleador.

Tokita Ohma es un joven peleador y único practicante del estilo de pelea “Niko” que va recorriendo todo Japón en busca de los peleadores más fuertes de todo Japón, pero su destino y el de su “compañero” Kazuo Yamashita cambiará cuando conozcan el mundo oculto de las peleas Kengan.

Una vez pasados los primeros capítulos (lentos como la chingada), la trama se va volviendo más entretenida al pasar de las peleas. La historia es un Shōnen y sería un error esperar algo más de una historia que desde el principio es muy clara con sus pretensiones hombres musculosos peleando a la menor provocación y mujeres exuberantes (en la mayoría de los casos).

El arte y, más específicamente, el diseño de personajes se ve muy influenciado por JoJo's Bizarre Adventure (diseño de personajes que amas u odias). Los personajes femeninos son un gran fan service que se agradece mucho (en especial el de Sayaka Katahara).

La mala noticia es que no es un anime concluido y lo más preocupante es que Netflix no ha dado noticias de una tercera temporada que continúe con los acontecimientos del manga, el cual ya está “finalizado” pero continua bajo el nuevo título de Kengan Omega. No esperen más de lo que ofrece y no creo que sea la mejor opción para ver en estos días de cuarentena.

Después de los eventos de la primera temporada, la presidenta del concejo estudiantil convoca a elecciones para elegir al nuevo presidente. Estas no serán unas elecciones cualesquiera, porque no solo estará en juego la presidencia del concejo estudiantil, también estará en juego quién será el nuevo líder de la familia Momobari, por está razón entraran en escena nuevos personajes dispuestos a hacer las apuestas más atrevidas con tal de quedarse con la presidencia y… llevar las emociones de Yumeko Jabami al límite.

Es interesante el giro que le dan a la historia para está temporada, toda la trama de la familia Momobari tiene mucha tela de donde cortar, lamentablemente (algo muy común en las series de Netflix) el inicio es muy lento; el problema no es que se tome el tiempo para explicar a todos los personajes y sus motivaciones, pero si solo cuentan con doce capítulos para hacerlo, hubieran agilizados las cosas para explotar lo interesante de la trama.

El arco final es interesante, aunque es difícil de disfrutar por lo rápido que van cerrando cada uno de los cabos sueltos que dejaron a lo largo de la temporada. El final queda abierto a una posible tercera temporada (a la fecha de escribir este post no se ha anunciado nada en concreto).

Por otro lado, la animación no defrauda, aun nos sigue regalando esos rostros llenos de ansiedad y sufrimiento cuando alguno de los personajes está viviendo emociones al extremo. Un poco menos, pero aún hay un poco de “fanservice” que se agradece bastante.

Como dato curioso, todos los capítulos siguen una nomenclatura The [X] Girl (excepto los primeros dos capitulos).